Reseña: Mogwai — As the Love Continues

Toni Delgado Abellan
3 min readMar 5, 2021

Publicado en Binaural el 25/02/2021

Mogwai es un buen ejemplo de grupo que ha crecido orgánicamente, sin prisas y sin grandes volantazos. Como banda joven se asentó en ese sonido canónico que conocemos y en vez de imponerse planes quinquenales para evolucionar, se dejó simplemente enamorar por las influencias según iban surgiendo.

The Hawk Is Howlin (2007) dejó entrever un nuevo gustito por dejar espacio y rebajar las revoluciones. Además, no tenía ni una vocal y resultó algo más blando o pulido. En Rave Tapes (2014) Mogwai pasaron los sintes a las primeras filas y parecieron poner más foco en el diseño de sonido en general, que terminaron perfeccionando en Every Country’s Sun (2017), algo normal teniendo en cuenta que por el camino se marcaron dos bandas sonoras: Atomic y Before The Flood. Esa sensibilidad cinemática es la última influencia que Mogwai incorporan a su sonido y presentan en As the Love Continues, su último trabajo 25 años después de su debut discográfico.

Ha llovido mucho, y para bien o para mal, Mogwai no se han mojado.

As the Love Continues es el ‘disco covid’ de Mogwai. Stuart Braithwaite, su guitarrista, comentaba en XSNoize que la pandemia les pilló en plena composición pero que, de todos modos, él y la banda solían trabajar cada uno en su casa. “Estuvo bien y nos hizo centrarnos más en el trabajo”, declara. Si bien no afectó logísticamente, Braithwaite reconoce que “el entorno influye en la música que haces de una forma u otra”.

¿Cómo ha influido el entorno llamado 2020 al disco?

De entrada, el disco abre con “A la basura, amigo. Hoy abandonamos la Tierra”, toda una sentencia que el amigo de la banda Benjamin John Power de Blanck Mass grabó mientras dormía. La frase da paso al tema homónimo que abre el disco con épica y dignidad y la abrasión justa para arrancar la maquinaria. Quizá por nuevas direcciones o inquietudes creativas, quizá por, como decía Braithwaite, no poder ‘alejarse del sofá o salir a la calle más de una hora’, en «As the Love Continues» hay más consistencia que destellos. Saber darle el enésimo nuevo matiz a una fórmula que funciona es lo que salva muchos momentos del disco de parecer más de lo mismo, como ‘It’s What I Like To Do, Mum’. También corren ese peligro ‘Drive The Nail’ o ‘Pat Stains’. A la primera la salvan su progresión en pasajes y su batería saturada y tartamudeante que a ratos recuerda más al sonido Dj Shadow que a la percusión de cirujano a la que nos tiene acostumbrado Martin Bulloch. A la segunda, la presencia del bajo y un arreglo bien creativo de saxo que, por desgracia o por estilo, queda algo enterrado en la mezcla.

Sí destaca en su propio derecho el single ‘Ritchie Sacramento’, una pegadiza oda a la memoria de amigos fallecidos a caballo entre un shoegaze amable y un dream pop áspero. Sónicamente opuestas, ‘Fuck Off Money’ y ‘Midnight Flit’ son los momentos de mayor envergadura del disco: post-rock de manual, enriquecido con pads, acoples, vocoder y cuerdas grandiosas producidas por Atticus Ross. ‘Ceiling Granny’ y su riff reptil a lo Smashing Pumpkins los seguirían de cerca.

En As the Love Continues (y desde Every Country’s Sun), Mogwai han confirmado que de momento aparcan la pegada pura en pro de una dimensión y sensibilidad más cinemáticas, como pasa en la propia ‘Fuck Off Money’ o ‘Dry The Fantasy’, otro highlight del álbum en forma de pieza progresiva que crece y crece apilando capas de sonido alrededor de un punteo sintetizado. De nuevo, estos recursos no hacen sino nutrir un sustrato fiable y conocido.

La banda sigue manejando el chup-chup, la progresión a fuego lento y el juego de dinámicas a la perfección y cada vez que aparecen lo hacen con nuevas herramientas y matices. Su consistencia y su riqueza sónica hacen de «As the Love Continues» un disco sólido y accesible, pero el décimo disco de Mogwai no llega a quitar el hipo.

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Toni Delgado Abellan

Endogámico, pero cierto: soy hijo, hermano y también amante de la música. Vivo y trabajo con ella, la escucho, escribo sobre ella y la toco cuando me deja.